La Isla
La Graciosa es una isla perteneciente a la provincia de Las Palmas (Islas Canarias, España). Forma parte del archipiélago Chinijo junto con los islotes de Montaña Clara, Roque del Este, Roque del Oeste y Alegranza, y todas ellas forman parte del municipio de Teguise en Lanzarote. Aunque acaba en mi opinión de forma tardía de obtener el reconocimiento de isla, es decir es la octava isla canaria.
La economía insular está basada desde hace unas décadas en el turismo y toda la actividad comercial gira en torno a ella; oferta alojativa, restaurantes, excursiones, transporte de pasajeros, alquileres de bicicletas, buceo etc. y de forma minoritaria todavía conserva algo de actividad pesquera .
La Graciosa está al noroeste de Lanzarote, de la que la separa un brazo de mar conocido como El Río. También se halla relativamente cerca de la costa continental africana. La Graciosa posee unos 29 km² en los que se hallan los dos únicos pueblos de la isla: Caleta del Sebo (capital insular) y Pedro Barba. Es la menos poblada de las ocho islas habitadas y su población es de 751 habitantes1 (en 2017). Salvo los cascos urbanos de los dos núcleos habitados, el resto de la isla pertenece al Patrimonio del Estado, estando su gestión adscrita al Organismo Autónomo de Parques Nacionales.
La Graciosa es la mayor de las islas e islotes que componen el Archipiélago Chinijo. Al sur predominan amplias playas de arenas rubias, como las de la Cocina y la de los Franceses. También en el litoral se localizan sus dos asentamientos urbanos: Caleta del Sebo y Pedro Barba. El primero constituye el núcleo de población principal, mientras que el segundo está actualmente deshabitado, solo hay residentes temporales, sobre todo turistas. Al igual que el resto de las islas Canarias, su origen es volcánico. Su pico más alto es el de Agujas Grandes, con 266 m.
Excursiones
Desde la Isla de La Graciosa se pueden hacer excursiones a los Islotes que pertenecen a la Reserva Marina y admirar un paisaje bellísimo que aún permanece intacto. Estas excursiones suelen detenerse en alguna de las fabulosas playas donde podemos maravillarnos con sus fondos submarinos, o realizar alguna de las variadas actividades que nos ofrecen.
En las excursiones suelen estar incluido el almuerzo, que bien puede ser una energética y suculenta paella acompañada de una refrescante sangría o algún plato típico de la Isla. Sin duda estas excursiones nos ofrecerán la posibilidad de ver otras panorámicas de los Islotes menos accesibles que son absolutamente sorprendentes.